Wednesday, May 25, 2005

Crónicas de un asesino III

La gente dice que estoy mal de la cabeza, que necesito ayuda… pero siempre me lo han dicho, cuando son ellos los que necesitan ayuda, lo dicen estando al otro lado de mi afilado cuchillo o del oscuro cañón de mi pistola. Pero eso cambio cuando la conocí a ella, hice lo mismo que con las demás personas… pero, deja te cuento.

Lunes.

Mi esposa me abandono hace 3 meses, mi cabello a crecido, luzco completamente diferente a como lucia aquella vez, me veo mas serio, el cabello largo me da un aire de intelectual, y la verdad, se actuar ese papel muy bien. Voy a la librería a comprar un libro de misterio o de detectives. Estoy observando en los estantes, veo unos títulos que me llaman la atención, a otros simplemente los ignoro. Cuando de repente la veo a ella, su cabello rizado tan oscuro como lo mas profundo del cañón del arma que traigo entre mis ropas, su piel bronceada, su nariz es perfecta… me quedo helado con esa visión, ella es perfecta. Es la perfecta… es… mi siguiente… proyecto.

Martes.

Por una extraña razón vuelvo a la librería, esperando que ella este ahí, no se absolutamente nada de ella, y eso en cierta forma me saca de mis casillas, es una sensación desconocida para mi… pero me arriesgare. Busco nada entre los libros, y ella esta ahí. Oh!, por Dios, se acerca a mi, me pregunta si soy aficionado a Janice Galloway, ya que entre mis manos sostengo el libro “Clara”, simplemente contesto con la verdad –NO, solo leo las reseñas-. La mirada que me lanza me da la impresión de que me esta analizando, por una extraña razón me recuerda a mi. Después de esa pequeña charla, me pregunta si deseo tomar un café con ella, yo lo acepto. Y quedamos de vernos al día siguiente en un restaurante que esta a unas cuantas calles de la librería.

Miércoles.

No tengo el control de mi nuevo proyecto, no tengo planeado nada, temo no finiquitar este proyecto –Basta!!!, deja de pensar así-, dijo una voz de tono sombrío en mi cabeza. Ella ha llegado, por el momento olvidare la voz sombría de mi cabeza y charlare con ella.

Todo termina bien, incluso me ha invitado a una pequeña casa de campo que tiene cerca del lago, yo acepte gustoso, pensando que allí podría terminar este proyecto. La cita es el sábado.

Jueves.

Empiezo a excitarme por este nuevo proyecto, no se que hacer, es como si fuera mi primera vez, pero no lo es, hay varios proyectos antes de este.

Viernes.

Empaco mis maletas, ya estoy listo para mañana. De seguro se preguntaran por mi trabajo, pues vivo de lo que he tomado prestado de los demás proyectos, después de todo, ellos ya no lo necesitan.

Sábado.

Me he levantado a las 8:00 am, ella quedo en pasar a recogerme a las 9:00. Preparo todo, por una extraña razón, no hago mi ritual que suelo llevar a cabo antes de terminar cada proyecto. Que rápido pasa el tiempo, ella empieza tocar el timbre, yo no la hago esperar demasiado, salgo con mi maleta dispuesto a disfrutar un agradable in de semana junto al lago.

Después de 2 horas de camino llegamos al lago, es un lugar alejado de la civilización, su casa se encuentra escondida por los inmensos árboles que hay en el lugar, y el patio da hacia el lago, es un lugar digno de una polaroid.

Limpiamos un poco el lugar. El tiempo pasa entre charlas triviales sobre el lugar, el clima que hay ahí, pero ella hizo un comentario que llamo mi atención –Si mataras a alguien en este lugar, a nadie le importaría- que acaso se habrá dado cuenta de mis intenciones, en fin. Después de la limpieza ella me ofrece una bebida y yo la acepto con un poco de dudas, pero después de todo, la limpieza me a causado mucha sed, doy un sorbo al mi trago… todo se empieza a mover… el piso es como si fuera un montón de almohadas… todo se torna en negro.

Un mal sabor en mi boca me despierta, estoy atado de manos y pies. Con la poca fuerza que tengo la puedo ver, esta sentada frente a mi, su mirada a cambiado, empieza a balbucear o al menos así me pareció a mi cosas como – vaya, este espécimen me resulto mas fácil que los demás-… yo solo alcance a decir con un hilo de voz – necesitas ayuda!!!, yo conozco a alguien – ella solo dijo – Ja!!, yo no soy la que esta atada, y tampoco tengo un cuchillo en mi cuello – Solo sentí el frió metal cortar mi cuello, el tibio liquido rojo que tanto me gustaba hacer brotar de mis demás proyectos, estaba brotando ahora de mi… después de eso sentí que algo atravesaba mi vientre… empecé a caer en un sopor mortal…

Fundido.

1 Comments:

Blogger : Cervantes : said...

Niño!!

Bueno su escrito, pero algo predecible.

Debiste hacer sufrir al asesinoahoravictima un poco más, pa que en realidad pagara :P

Cuidate.
Bytes.

5/27/2005 12:16 AM  

Post a Comment

<< Home