Pensamientos suicidas II.

Veo el cañón de la pistola, mi 9mm, esa que use para tantos eventos… ja!, eventos, así me gusta llamar a todas las cosas malas que he hecho. Desde secuestros, asesinatos, robos… de todo. Por un momento, viene a mi cabeza, que la debí haber usado y así seria más rápido… pero no, la decisión ya esta tomada. A que me dedico… o dedicaba, soy o era un asesino, sin escrúpulos, sin estudios, sin familia, sin nada… pero vivo (o vivía) en este mundo, y para sobrevivir en este mundo, hace falta dinero. No lo niego, este negocio es muy redituable… pero como en todo, en esto hay personas que abusan, y personas que no abusan… y yo soy de los que no abusan, es por eso que mi conciencia me esta cobrando con creces todo lo que e hecho… mi conciencia.

Recuerdo a la pequeña, ella no había hecho nada… sus tontos padres eran los que habían hecho enojar a la persona que solicito de mis servicios esa vez. Ellos le debían una fuerte cantidad de dinero, y no querían pagar, creían que no les pasaría nada… pobres. El solo recordar el rostro de la niñita me hace querer presionar el gatillo de mi arma.

Sus padres no pagaron, a pesar de las amenazas de la persona que me contrato. Recuerdo que recibí la llamada de esa persona una mañana muy temprano, y lo que dijo fue –hazlo ahora!- yo solo asentí con un – aja -. Las instrucciones eran matar a la pequeña, desmembrarla y enviar los restos a sus padres, incluyendo una nota que decía: “consideren la deuda saldada”. Pobre pequeña… el solo hecho de presionar el cañón contra mi frente, me hace tranquilizarme, pero no lo negare, la paga por ese trabajo… fue buena.

Oh!, las lagrimas salen de mis ojos, que raro, normalmente se quedan ahí…

Esto me hace recordar al hombre religioso, este hombre era malvado, incluso mas que yo…

Oh, ya estoy sintiendo los efectos de las pastillas que me tome, siento mis parpados pesados… pero lo que yo deseaba que ocurriera… esta pasando, empiezo a olvidar… a olvidar tantos recuerdos horribles… pero todavía vienen a mi mente varios… me siguen atormentando… los rostros de las victimas vienen a mi mente.

Recuerdo que una vez trate de convencerme, que a todas las personas que había lastimado, ellos se lo merecían… pero cuando trate de convencerme, esa pequeña voz en mi interior dijo algo así como “y la niña, que dices de la niña… acaso ella se lo merecía, ella apenas comenzaba a vivir, ¿cuantos años tendría?... siete… ocho… ¿Cuántos?”…

Por una extraña razón, ese recuerdo parece muy lejano… pero eso acaba de pasar esta mañana… por Dios… el tiempo es extraño en este mundo… siento mis piernas entumecidas…

A lo largo del día trate de encontrar formas para olvidar ese evento… pero siempre venia a mi mente la pequeña, llena de su propia sangre… vino a mi mente volarme la tapa de los sesos con mi 9mm… pero eso era muy cobarde… y muy rápido. Así que decidí tomarme todas las píldoras que encontré a mi paso, al principio no sentí nada… pero ahora… me siento adormilado… y empiezo a olvidar… voy a dormir un poco…

Antes de caer vencido por el sopor… veo a… la pequeña… y me sonríe… creo que perdona mis errores o pecados… que raro, su sonrisa se ha tornado fría y maliciosa.

Fundido.