Saturday, May 28, 2005

Pensamientos suicidas.

(Lo que relato a continuación es producto de mi mente retorcida).

Lunes.-

No logro superarlo, he caído en una depresión, primero mi hijo pequeño fallece de una infección en las vías respiratorias. Después mi hija la mayor dice que se va a ir a estudiar a Guadalajara, y para acabarla de amolar, mi esposo me engaña con una jovencita de 22 años.

Me morí cuando mi hijo tuvo una recaída, victima de la infección, yo esperaba todas las noches y tardes en las afueras del centro de especialidades del IMSS, tenia la esperanza de que el se recuperara. Mi madre siempre me acompañaba, mi hija nos llevaba comida, y mi esposo siempre decía que tenía mucho trabajo, y yo de tonta que se lo creía.

Pasaron 2 semanas y los doctores me decían que el niño no mostraba mejoras, los doctores ya habían perdido esperanzas. Yo solo rezaba, ¿que mas me quedaba hacer?.

Al día siguiente sale un doctor con un semblante sombrío, yo se lo que paso y me suelto en llanto, mi hija me sostiene, ella también llora, después de todo es su único hermano, mi madre se queda muda, solo veo que una lagrima recorre su mejilla… y mi esposo, no, no estaba, la verdad ni siquiera me falto.

Pasaron los meses, al parecer me he recuperado, pero ahora trato a mi hija con mas cariño, paso mas tiempo con ella, no quiero que pase lo mismo que paso con mi pequeño hijo. Cierto día ella me dice muy seriamente que se ira a estudiar a Guadalajara. Eso me deja helada, no quiero que se vaya, pero se que si se lo impido se molestara bastante conmigo. Días después mi madre y yo la acompañamos a la central de autobuses, y le deseamos que tenga suerte en su vida, yo trato de contener mis lagrimas, pero me es imposible, abrazo a mi hija y le ruego que no se vaya, ella llora, y solo me dice – lo tengo que hacer mamá, y a parte vendré en las vacaciones -, me da un beso y se sube al autobús.

Varios días después me entero de que mi esposo me engaña, la verdad, ya lo sabia, pero me hacia de la vista gorda, después de todo el trae dinero a casa.

Martes.

Me la he pasado llorando todo el día, extraño mucho a mi hijo, ¿porque tuvo que morir?, extraño a mi hija. Le doy gracias a mi madre que hace mi penar mas liviano, siempre hablando de las novelas y los programas de TV. Eso me ayuda a distraerme. Mañana tiene cita con el doctor, ella esta enferma, pero es una mujer fuerte, como me gustaría ser como ella… pero no lo soy.

Miércoles.

Siento mi cuerpo muy cansado, he tenido una noche intranquila, soñé con mi hijo, y soñé que algo le pasaba a mi hija. Lo primero que hago antes de desayunar, es llamarle y preguntarle como va todo, contesta ella, y me dice que toda va muy bien, que sus compañeras de cuarto son muy agradables, y que gracias a Dios, no tienen vicios. Eso me hace sentir mas relajada.

Después del desayuno nos vamos al IMSS, tratamos de llegar temprano para que mi madre no pierda su cita, ya que los doctores que nos han tocado son un poco especiales en cuanto a los horarios, “si no llega a la hora indicada, se le dejara para el final, y eso si es que el tiempo alcanza”.

Llegamos a tiempo a la consulta, a pesar de que el consultorio este en el segundo piso. Solo esperamos que llamen a mi madre, ella se sienta, y yo me quedo parada, recargada en la “barda”, viendo a las personas que van llegando, ellos voltean hacia arriba, quizás me vean, quizás no, lo único que puedo decir, es que hacer eso, me relaja un poco.

De repente, algo llama mi atención… es… es mi hijo!!!, si es él, esta volteando hacia donde yo estoy, y… me llama, si!!, es él, las lagrimas empiezan a brotar de mi rostro, mi madre me ve… y empieza a decirme cosas, no la escucho… solo quiero estar con mi hijo, el me necesita… siento mi cuerpo volar… tengo la sensación de cómo si estuviera en un sueño, esos sueños en los que vas cayendo, y cuando despiertas estas a punto de caer de tu cama… pero no, yo no estoy en un sueño… un estruendoso golpe se oye… la gente grita histérica, no se porque, la verdad, no me importa, estoy con mi hijo, y es todo lo que necesito saber.

Fundido.

Wednesday, May 25, 2005

Crónicas de un asesino III

La gente dice que estoy mal de la cabeza, que necesito ayuda… pero siempre me lo han dicho, cuando son ellos los que necesitan ayuda, lo dicen estando al otro lado de mi afilado cuchillo o del oscuro cañón de mi pistola. Pero eso cambio cuando la conocí a ella, hice lo mismo que con las demás personas… pero, deja te cuento.

Lunes.

Mi esposa me abandono hace 3 meses, mi cabello a crecido, luzco completamente diferente a como lucia aquella vez, me veo mas serio, el cabello largo me da un aire de intelectual, y la verdad, se actuar ese papel muy bien. Voy a la librería a comprar un libro de misterio o de detectives. Estoy observando en los estantes, veo unos títulos que me llaman la atención, a otros simplemente los ignoro. Cuando de repente la veo a ella, su cabello rizado tan oscuro como lo mas profundo del cañón del arma que traigo entre mis ropas, su piel bronceada, su nariz es perfecta… me quedo helado con esa visión, ella es perfecta. Es la perfecta… es… mi siguiente… proyecto.

Martes.

Por una extraña razón vuelvo a la librería, esperando que ella este ahí, no se absolutamente nada de ella, y eso en cierta forma me saca de mis casillas, es una sensación desconocida para mi… pero me arriesgare. Busco nada entre los libros, y ella esta ahí. Oh!, por Dios, se acerca a mi, me pregunta si soy aficionado a Janice Galloway, ya que entre mis manos sostengo el libro “Clara”, simplemente contesto con la verdad –NO, solo leo las reseñas-. La mirada que me lanza me da la impresión de que me esta analizando, por una extraña razón me recuerda a mi. Después de esa pequeña charla, me pregunta si deseo tomar un café con ella, yo lo acepto. Y quedamos de vernos al día siguiente en un restaurante que esta a unas cuantas calles de la librería.

Miércoles.

No tengo el control de mi nuevo proyecto, no tengo planeado nada, temo no finiquitar este proyecto –Basta!!!, deja de pensar así-, dijo una voz de tono sombrío en mi cabeza. Ella ha llegado, por el momento olvidare la voz sombría de mi cabeza y charlare con ella.

Todo termina bien, incluso me ha invitado a una pequeña casa de campo que tiene cerca del lago, yo acepte gustoso, pensando que allí podría terminar este proyecto. La cita es el sábado.

Jueves.

Empiezo a excitarme por este nuevo proyecto, no se que hacer, es como si fuera mi primera vez, pero no lo es, hay varios proyectos antes de este.

Viernes.

Empaco mis maletas, ya estoy listo para mañana. De seguro se preguntaran por mi trabajo, pues vivo de lo que he tomado prestado de los demás proyectos, después de todo, ellos ya no lo necesitan.

Sábado.

Me he levantado a las 8:00 am, ella quedo en pasar a recogerme a las 9:00. Preparo todo, por una extraña razón, no hago mi ritual que suelo llevar a cabo antes de terminar cada proyecto. Que rápido pasa el tiempo, ella empieza tocar el timbre, yo no la hago esperar demasiado, salgo con mi maleta dispuesto a disfrutar un agradable in de semana junto al lago.

Después de 2 horas de camino llegamos al lago, es un lugar alejado de la civilización, su casa se encuentra escondida por los inmensos árboles que hay en el lugar, y el patio da hacia el lago, es un lugar digno de una polaroid.

Limpiamos un poco el lugar. El tiempo pasa entre charlas triviales sobre el lugar, el clima que hay ahí, pero ella hizo un comentario que llamo mi atención –Si mataras a alguien en este lugar, a nadie le importaría- que acaso se habrá dado cuenta de mis intenciones, en fin. Después de la limpieza ella me ofrece una bebida y yo la acepto con un poco de dudas, pero después de todo, la limpieza me a causado mucha sed, doy un sorbo al mi trago… todo se empieza a mover… el piso es como si fuera un montón de almohadas… todo se torna en negro.

Un mal sabor en mi boca me despierta, estoy atado de manos y pies. Con la poca fuerza que tengo la puedo ver, esta sentada frente a mi, su mirada a cambiado, empieza a balbucear o al menos así me pareció a mi cosas como – vaya, este espécimen me resulto mas fácil que los demás-… yo solo alcance a decir con un hilo de voz – necesitas ayuda!!!, yo conozco a alguien – ella solo dijo – Ja!!, yo no soy la que esta atada, y tampoco tengo un cuchillo en mi cuello – Solo sentí el frió metal cortar mi cuello, el tibio liquido rojo que tanto me gustaba hacer brotar de mis demás proyectos, estaba brotando ahora de mi… después de eso sentí que algo atravesaba mi vientre… empecé a caer en un sopor mortal…

Fundido.